terça-feira, outubro 31, 2006

"La posición del Papa es oscurantista y peligrosa"

Paolo Flores d'Arcais (Italia, 1944) es profesor de Filosofía en Roma y fundador de MicroMega, una de las revistas de pensamiento de referencia en Europa. Flores d'Arcais, que ha polemizado con Joseph Ratzinger sobre las relación entre la razón y la fe, es uno de los autores más vivos de la filosofía contemporánea. Recientemente participó en Barcelona en un encuentro sobre Teologías del Poder en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona. En su intervención defendió que no hay enfrentamiento alguno entre el cristianismo representado por Benedicto XVI y el Islam. Al contrario. El Papa lo que ha propuesto es una alianza de las dos religiones frente al laicismo que pretende organizar la vida pública "como si Dios no existiera".

Pregunta. No es la primera vez que polemiza usted con Joseph Ratzinger.

Respuesta. No. Ya mantuve con él un diálogo cuando era cardenal. Versaba sobre la fe y la razón. No ha sido traducido al castellano. Fue un diálogo duro, enérgico.

P. Usted sostiene que los conflictos sociales se encarnizan si se utiliza la idea de Dios.

R. La idea central es que la modernidad nace con la frase de Hugo Grocio: "Como si Dios no existiera". Lo que dice es que en la vida pública el Estado debe legislar como si Dios no existiera. Se trataba de basar la vida pública en el laicismo para salir de la situación endémica de guerra civil de sustrato religioso que había estado destruyendo Europa durante tres siglos y medio.

P. Y el Papa no está de acuerdo.

R. El Papa actual no sólo la discute, sostiene que incluso en la vida pública la religión tiene que tener un peso. Intenta invertir la idea central de la modernidad. Sostiene que en la vida pública, creyentes y no creyentes deben comportarse como si Dios existiera. Se trata de una estrategia radical que cuestiona toda la modernidad y constituye una especie de teología de la reconquista, una expresión que tiene mayor significado aún en español que en italiano o francés. El Papa está convencido de que la raíz de todos los males modernos está en la Ilustración. Juan pablo II decía que el gran mal del siglo XX era el totalitarismo, cuya raíz estaba en la Ilustración que pretende que el hombre es autónomo y puede legislar prescindiendo de la idea de trascendencia. Juan Pablo II y Benedicto XVI coinciden en que esta pretensión de autonomía lleva al nihilismo y a la destrucción del hombre por los totalitarismos.

P. De modo que el problema es la ingerencia de la Iglesia en la vida política.

R. Benedicto XVI invierte el discurso de la modernidad y sostiene que la libertad, la democracia, la convivencia sólo pueden ser defendidas desde la religión mientras que el laicismo destruye la libertad, la democracia, la convivencia. Lo que hace es una inversión también de la realidad.

P. ¿Por qué?

R. Nuestra sociedad es pluralista desde el punto de vista moral. Yo soy ateo, pero en una sala puede haber cristianos que interpretan el cristianismo de modo diversos, musulmanes que hacen lo mismo con el Islam, hebreos de diferentes tendencia y no creyentes, pero cada uno tiene su propio sistema de valores morales que, seguramente, no coinciden. Esa es la realidad de la sociedad moderna. Y cada uno está convencido de que sus valores son los más justos, de lo contrario no los asumiría o los cambiaría. Pero para convivir juntos debemos aceptar que los valores morales propios no pueden ser impuestos a los demás, hay que aceptar que los valores morales son relativos. El Papa define esta situación como una dictadura del relativismo, dándole una connotación negativa. Lo que él llama dictadura del relativismo es el horizonte del pluralismo.

P. Pero lo contrario del relativismo sería el absolutismo.

R. En efecto, si el Papa sostiene que el gran mal del mundo es la dictadura del relativismo, es decir, el pluralismo, la única respuesta es el retorno a la Verdad con mayúscula. Es decir, él propone que todos los hombres deben obedecer la Ley natural, sólo que ¿quién decide cuál es la ley natural? El Papa pretende que la única Ley natural es la que coincide con la doctrina católica. Y espera que las otras religiones se reconozcan en algunos principios morales frente a las tendencias a la secularización de la modernidad.

P. Una pretensión compleja.

R. Y contradictoria. El Papa defiende que la Ley natural impone el matrimonio indisoluble, el rechazo al aborto, la negación de la libertad sexual y de la homosexualidad. Pero ni siquiera en estos asuntos va a conseguir un acuerdo con las otras religiones. El Islam no considera el matrimonio indisoluble y consiente la poligamia. La posición del Papa es oscurantista y peligrosa para las libertades individuales y los derechos civiles a los que está habituada Europa. Pero es también contradictoria, porque no es verdad que si la esfera pública se organizase bajo el principio "como si Dios existiera" desparezcan los conflictos. Primero, no hay un Dios único. Al menos hay tres: el del Antiguo Testamento, el del Cristianismo y el del Islam. Y ninguno de los tres es interpretado de modo uniforme.

P. Esto llevaría de nuevo a las guerras de religión. Al choque de civilizaciones.

R. Ratzinger ha dicho claramente, hablando del choque de civilizaciones, que no es entre el Cristianismo y el Islam. Es un choque entre la civilización religiosa y la civilización sin Dios. Esta idea cuestiona las conquistas de libertad de los últimos tres siglos. Y es contradictoria. Su discurso ha provocado en gran escándalo entre los países islámicos, pese a que no cuestionaba al Islam sino a las sociedades laicas. Ofrecía un pacto al Islam frente a los sin dios.

P. ¿A qué atribuye usted este resurgir de la teocracia?

R. Hay muchos factores, algunos coyunturales. El miedo al Islam, a los atentados, al terrorismo, que en el imaginario colectivo está asociado al Islam, lleva a pensar que hay que volver a una identidad que nos defienda del Islam. Pero hay un fenómeno más profundo aún ¿Cuál es la diferencia fundamental entre el principio de una sociedad basada en la autonomía del individuo y milenios de historia en los que el poder no estaba en los hombres sino que procedía de otro? Cuando ocurría eso, nadie era libre, pero todos tenían la certeza de su posición en el mundo, una certeza metafísica sobre el sentido del cosmos, del hombre de la vida. No había libertad, pero había certeza. Cuando el hombre se convierte en autónomo, gana la libertad pero pierde la certeza sobre el sentido. La democracia promete a todos el poder sobre lo humano, a cambio de esa pérdida de sentido. Si esa promesa no se mantiene, si en realidad la democracia son formas de vida en las que no es verdad que día a día seamos dueños de nuestra propia vida, entonces la democracia no mantiene lo que promete, entonces se busca el sentido en la religión, en la superstición. O en forma de identidad. Esa es la cuestión del fondo: la democracia no mantiene sus promesas. Lo que ocurre es que las invocaciones de Dios no suavizan las diferencias, las enconan. Ya no se discute sobre la propia opinión sino sobre la voluntad de Dios. El conflicto es más duro, porque es entre absolutos y, además, el combate se hace con Dios al lado.

[© elpais]

domingo, outubro 29, 2006

Da desresponsabilização ou faça o favor de desparecer

Hoje no Público, o coreógrafo e bailarino João Fiadeiro, depois de expôr as suas ideias a propósito da polémica do Rivoli e, em particular, de refutar as que José Pacheco Pereira explanou aqui, decide terminar o seu texto com um "Meu caro José Pacheco Pereira, o Pedro Santana Lopes já não anda por aqui, o perigo já passou, já pode ir para Bruxelas".

João Manuel de Oliveira, investigador (Estudos de Género e Teoria Feminista) e Programador da Eira 33, escrevia aqui uma crítica à jornalista Judite de Sousa. Nos comentários a Manel dizia: [...] mas queres algo mais anedótico que chamar "jornalista" à Judite de Sousa?. O João responde: tens toda a razão!

Independentemente de eu próprio corroborar das ideias de João Fiadeiro ou de João Oliveira (e corroboro) é contraproducente enviar quem quer que seja para as urtigas. O primeiro para Bruxelas, a segunda para uma classe indeterminada de trabalhadores (pseudo-jornalistas?).

Mas fossem esses casos raros. Qualquer pequena coisa que se passe na Madeira e já queremos que ela desapareça, se torne independente ou que caia um raio em cima do Alberto João. Se o PCP é um conjunto de reaccionários apoiantes de Kim Yong Il ou das FARC, eles que vão para a Coreia ou para a selva colombiana que cá não fazem falta nenhuma.

Interessa-me muito mais saber dos problemas da esquerda do que os da direita, mas à direita o discurso parece-me idêntico, mesmo se aparentemente caricato quando ouvimos Vasco Pulido Valente falar de Manuel Monteiro (não há dia em que ele não diga que Manuel Monteiro não existe) ou a bancada do CDS-PP fazer jogos palacianos para afastar o presidente do partido.

Tanto à esquerda como à direita a coisa assemelha-se a uma palmadinha nas costas, do avesso mas com a mesma finalidade: a desresponsabilização. Será que Pacheco Pereira vai deixar de ter o peso mediático por querer mandá-lo para Bruxelas ou para Marte? Judite de Sousa vai deixar de ocupar uma cadeira onde deveria estar uma pessoa isenta e verdadeiramente preocupada em tirar do entrevistado aquilo que interessa? A resposta parece-me óbvia. O remédio proposto não se justifica. É aliás de efeito contrário porque, no fundo, a crítica foi um murro ao lado e os "acusados" continuam frescos e soltos e sem contraditório à altura (e não era preciso muito se nos lembrarmos do Alberto João).

Aquilo que penso é que o respeito pelo adversário (se é que há adversários?) só se coaduna com uma crítica séria. Criando mecanismos que verdadeiramente afectem quem tem responsabilidades. Uma jornalista, por fazer um mau trabalho, deveria ser chamada a melhorar (já agora, ninguém é perfeito!) através de uma chuva de mails, cartas, queixas ao sindicato e ao "clube" a que pertence.

O que verdadeiramente me preocupa é que a esquerda seja tão pronta a "eliminar" como a direita. É sinal que ainda não vivemos verdadeiramente em democracia e que as instituições não funcionam. A Judite nunca estaria naquele cargo se assim fosse. O Pacheco Pereira não teria o poder mediático que tem e a esquerda (e já agora o resto do espectro político) faria política sem precisar de aviões e de imaginação em excesso.

Diga lá sôtor?










Visto aqui.

A modernaça descentralização e o antiquíssimo machismo.

sábado, outubro 14, 2006

Como ousais pensar por vós próprios?!

Parece que a f. lá se meteu em mais uma guerra com "liberais" do burgo. Agora diz que Jesus decidiu morrer; jogou-se, qual Tarzan, à cruz. Um homem ainda capaz, no fulgor da idade, que não estava acamado, nem ligado a este mundo por uns fios. Teria assim fundado, em linguagem neo-con, a indústria da morte a pedido. E logo quem! É muito desaforo da f.

São dois mil anos de exegeses sobre a vida do homem para agora vir uma jornalista do século XXI fazer estas indagações. Para mais, a atitude de Cristo nada teve de admirável ou heróica. Se a f. vê a RTP todas as santas páscoas (ou o Padre Borga na "Praça da Alegria"), devia ter conhecimento de que JC, para além de saber que ia morrer, também sabia que ia ressuscitar, era só dar três dias à burocracia celestial (vivesse hoje e não teria que esperar tanto!) e já cá estava de novo prontinho para novas andanças terrestres.

Admirável e heróica é a atitude daqueles a quem nada foi revelado e que, crente ou não crente na vida depois da morte, deseja pôr termo a uma existência miserável. Em comparação com esses JC é um cobarde. Mas quem sou eu, ou a f., para pensar sobre estes assuntos?

E agora um pouco de animação


[Via Dos Manzanas]

Pobres criancinhas















Na imagem Dawn Stefanowicz.

Em clara antecipação a 2009, aqui fica mais um instrumento do qual os homófobos podem fazer o uso demagógico costumeiro na sua incessante cruzada anti-gay e, em particular, no longínquo debate sobre casamento entre pessoas do mesmo sexo e adopção de crianças: o testemunho de adultos maltratados, quando criancinhas, por debochados pais gays.

Via Proceed at Your Own Risk, who else, cheguei a mais esta pérola. Resumindo um pouco a história: Dawn Stefanowicz conta como a exposição ao estilo de vida do pai (homossexual que morreu em 1991 vítima de Sida) lhe causou inúmeros problemas (dificuldade de afirmação sexual, depressão, baixa-estima, etc.) e propõe-se ser o garante de que tal não volte a suceder a outras crianças. Como? Criou uma empresa destinada a dar aconselhamento a crianças que vivam com pais LGBT's. A sobrevivência de dita empresa depende de donativos a fundo perdido (não se dão facturas e o dinheirinho vai direitinho para esta tresloucada) e, claro, de rezas: "While we strive to serve and educate, we greatly value your prayers".

Vale a pena ler o texto integral e, para quem é masoquista, não deve perder o livro que esta senhora vai lançar em 2007. Eu só gostaria de perguntar-lhe umas coisinhas: devem ser retiradas as crianças aos progenitores em caso de um deles, ou os dois, serem LGBT's? Devem também ser retiradas as crianças a todos os progenitores que não levem uma vida "como Deus manda"? Onde colocar as crianças filhas de pais LGBT's e/ou não tementes a Deus? Nas Oficinas de São José? Que fazer com os LGBT's? Enforcá-los? Ainda está de acordo que LGBT's possam casar desde que com pessoas do sexo oposto ou não sofreu demasiado com a hipocrisia que conduziu o seu pai a casar com alguém que não amava ou, sequer, sentia atracção sexual?

Enfim, o que vale é que a realidade é mais forte do que as fantasias desta gente tresloucada. Senão como explicar isto?

sexta-feira, outubro 13, 2006

"When Clinton lied, nobody died..."

"Não há nada que se faça que não se saiba"














Imagem encontrada aqui.

Enquanto ouvia hoje, numa conversa de café, alguém pronunciar este adágio (o que dá nome ao post), lembrei-me de quanto Salazar continua vivo entre nós.

Ouvir o que, no quotidiano, as pessoas dizem e a forma como o dizem, é um exercício que faço com gosto e, quase sempre, com revolta. Revolta, porque tendo eu um espírito revoltado e um cérebro preguiçoso, não conseguiria fazer-me entender. Queria poder explicar-lhe(s) (sem paternalismos e sem sobranceria intelectual) que tal adágio é uma forma do conjunto de pessoas que constitui uma comunidade de se (auto) reprimir (porque inclui aquele que profere tal sentença); uma forma de (auto) censura e de (auto) vigilância. Uma espécie de PIDE mas em que os "bufos" somos todos nós.

A linguagem corrente está pejada destas e doutras frases que apelam ao medo de ser descoberto, apelo esse, que desemboca em hipocrisia, na vida dupla e na conservação do "património tradicional". Não em vão ouvia, no mesmo espaço, que precisávamos de um Salazar que ponha tudo como deve ser. Era uma mulher que, no tempo desse "desejado", não poderia estar naquele local.

Como refere Rui Tavares (socorrendo-se dos pensamentos de um sociólogo e filósofo francês Maurice Halbwachs) no seu grande livro sobre o terramoto de 1755: "A memória colectiva é mais fluida e irregular [do que a memória histórica], feita de pequenas histórias já adulteradas, frases feitas, ficções, músicas e artefactos folclóricos". E acrescenta mais tarde: "tal como há memória colectiva, também há esquecimento colectivo". (páginas, 197 e 198 d'"O Pequeno Livro do Grande Terramoto", Tinta da China, 3ª ed., 2006).

Bastaria pensar no caso da Gisberta para se perceber que "há coisas que se fazem que é melhor não saber".

Mas há que relativizar a coisa. Temos 30 anos de democracia. Uma população ainda, e estruturalmente, analfabeta e inculta. Uma classe política e intelectual herdeira (de facto) dos senhores de outrora. Uma comunicação social que incute a permanência dos mesmos valores e da mesma linguagem quotidianas. Comediantes que se recusam a ter um papel de "mosquito que pica o boi".

Mais 200 anos e enterramos Salazar e a Virgem de Fátima.