Jyllands-Posten, um jornal de causas. Os dinamarqueses são altos e, pelos vistos, cada vez mais estúpidos.
La crisis internacional generada tras la publicación de las caricaturas de Mahoma por el diario danés Jyllands-Posten ha disparado los apoyos a la derecha xenófoba de Dinamarca, según los sondeos. El Partido Popular danés, formación que ha hecho bandera de la lucha contra la inmigración y es socia del Gobierno que preside el liberal Anders Fogh Rasmussen, sube 4,9 puntos, hasta el 18,2%, sobre los resultados obtenidos en las elecciones generales celebradas hace un año, y amenaza con disputar a los socialdemócratas la plaza del segundo partido más votado del país.
El sondeo, realizado por la empresa Megafon para una televisión danesa el pasado día 23, señala también un ligero descenso de 1,9 puntos del Partido Liberal de Rasmussen y una fuerte caída de los socialdemócratas que pasarían del 25,8% de los votos conseguido en las elecciones de febrero de 2005 a tan sólo el 22,1% si los daneses votaran ahora. La encuesta, que tiene un margen de error de entre el 1% y el 3%, se realizó sobre una muestra de 1.124 personas.
Que el ascenso electoral del PP danés está relacionado con su posición en el conflicto de las caricaturas no tiene ninguna duda para Morten Messerschmidt, diputado y portavoz de esta formación. "Estamos encantados de ver que por fin la gente ha abierto los ojos al problema de fundamentalismo islámico al que nos enfrentamos y sobre el que mi partido lleva tiempo advirtiendo", afirma Messerschmidt en conversación telefónica con este diario. "Necesitamos y queremos nuevas medidas para protegernos del fundamentalismo islámico. Debemos evitar que gente de Oriente Próximo entre en nuestro país para esparcir esas ideas", añade.
Desde su fundación hace 11 años, el Partido Popular danés ha sido muy beligerante contra la inmigración y en concreto contra el islam. Su presidenta y fundadora, Pia Kjaersgaad, comparó hace unos años al islam con una "plaga" y recientemente ha pedido que sean acusados de traición y despojados de sus permisos de residencia los musulmanes daneses que viajaron a Oriente Próximo para alentar las protestas contra Copenhague con motivo de las viñetas de Mahoma. La influencia política de este partido ha servido para reducir en un tercio la entrada de inmigrantes en Dinamarca desde noviembre de 2001, según las estadísticas oficiales. La población musulmana en el país nórdico ronda las 200.000 personas, casi el 4% del total.
Para Villy Sovndal, diputado del Partido Socialista Popular, que sube un punto en el sondeo, hasta el 8,1%, el ascenso de la derecha xenófoba es "muy preocupante". Sovndal explica el descenso de los socialdemócratas por razones de fatiga histórica del electorado -han estado en el Gobierno 35 de los últimos 53 años- y apunta en declaraciones a EL PAÍS el dilema al que se puede enfrentar Rasmussen si se confirman las tendencias que revela el sondeo. "La elección que deberá hacer el Gobierno será o seguir con el Partido Popular o buscarse una alternativa que le permita relacionarse con el mundo". El diputado socialista asegura que el crecimiento de la derecha xenófoba tendrían un efecto "aún peor" que el de Jörg Haider en Austria hace unos años. "Van mucho más lejos", añade, "afirman que los musulmanes son un cáncer para Europa y cosas así".
A Morten Messerschmidt no le preocupa el qué dirán: "No me importa lo que me llamen. Nunca aceptaré que el fundamentalismo islámico gane esta batalla. Los europeos debemos poner más atención en protegernos a nosotros mismos como civilización y ser más decididos a la hora de defender la libertad".
[notícia do EL PAIS]
El sondeo, realizado por la empresa Megafon para una televisión danesa el pasado día 23, señala también un ligero descenso de 1,9 puntos del Partido Liberal de Rasmussen y una fuerte caída de los socialdemócratas que pasarían del 25,8% de los votos conseguido en las elecciones de febrero de 2005 a tan sólo el 22,1% si los daneses votaran ahora. La encuesta, que tiene un margen de error de entre el 1% y el 3%, se realizó sobre una muestra de 1.124 personas.
Que el ascenso electoral del PP danés está relacionado con su posición en el conflicto de las caricaturas no tiene ninguna duda para Morten Messerschmidt, diputado y portavoz de esta formación. "Estamos encantados de ver que por fin la gente ha abierto los ojos al problema de fundamentalismo islámico al que nos enfrentamos y sobre el que mi partido lleva tiempo advirtiendo", afirma Messerschmidt en conversación telefónica con este diario. "Necesitamos y queremos nuevas medidas para protegernos del fundamentalismo islámico. Debemos evitar que gente de Oriente Próximo entre en nuestro país para esparcir esas ideas", añade.
Desde su fundación hace 11 años, el Partido Popular danés ha sido muy beligerante contra la inmigración y en concreto contra el islam. Su presidenta y fundadora, Pia Kjaersgaad, comparó hace unos años al islam con una "plaga" y recientemente ha pedido que sean acusados de traición y despojados de sus permisos de residencia los musulmanes daneses que viajaron a Oriente Próximo para alentar las protestas contra Copenhague con motivo de las viñetas de Mahoma. La influencia política de este partido ha servido para reducir en un tercio la entrada de inmigrantes en Dinamarca desde noviembre de 2001, según las estadísticas oficiales. La población musulmana en el país nórdico ronda las 200.000 personas, casi el 4% del total.
Para Villy Sovndal, diputado del Partido Socialista Popular, que sube un punto en el sondeo, hasta el 8,1%, el ascenso de la derecha xenófoba es "muy preocupante". Sovndal explica el descenso de los socialdemócratas por razones de fatiga histórica del electorado -han estado en el Gobierno 35 de los últimos 53 años- y apunta en declaraciones a EL PAÍS el dilema al que se puede enfrentar Rasmussen si se confirman las tendencias que revela el sondeo. "La elección que deberá hacer el Gobierno será o seguir con el Partido Popular o buscarse una alternativa que le permita relacionarse con el mundo". El diputado socialista asegura que el crecimiento de la derecha xenófoba tendrían un efecto "aún peor" que el de Jörg Haider en Austria hace unos años. "Van mucho más lejos", añade, "afirman que los musulmanes son un cáncer para Europa y cosas así".
A Morten Messerschmidt no le preocupa el qué dirán: "No me importa lo que me llamen. Nunca aceptaré que el fundamentalismo islámico gane esta batalla. Los europeos debemos poner más atención en protegernos a nosotros mismos como civilización y ser más decididos a la hora de defender la libertad".
[notícia do EL PAIS]
<< Home